Chile es un territorio en constante movimiento, donde ocurren periódicamente terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, aluviones y otras amenazas naturales. Por lo tanto, la memoria de desastres en el país existe en cada territorio del país y la conmemoración de los 10 años del terremoto de Maule y Biobío de 2010, nos recuerda que es indispensable fomentar una cultura resiliente en toda la población chilena.
Parte de este trabajo está en manos de la ciencia y la investigadores, para entender cómo y de qué manera el país puede disminuir el riesgo de desastres. Información que debe ser transferida en formatos simples y accesibles a la población, para que finalmente, decisiones tan vitales como evacuar o no en caso de terremoto de gran magnitud, sea la que permita salvar vidas.
Simuladores y maquetas 3D
Rodrigo Cienfuegos, director CIGIDEN, agrega, que pueden considerarse una representación fidedigna de la inundación ocurrida en esas localidades durante la madrugada del 27F. “En este ejercicio de simulación se puede apreciar el arribo de distintas olas de tsunami y verificar que la primera ola no fue, en los casos analizados, la que causó la mayor inundación y daño.
Para complementar la experiencia CIGIDEN llevó hasta Talcahuano el TsunamiLab, que muestra propagación de las ondas (olas) en cuencas oceánicas, de acuerdo a escenarios posibles de terremotos y posterior maremoto. Se trata de un simulador que se proyecta sobre una plataforma redonda y que reproduce la propagación de la onda –según modelos matemáticos–, que permite ver incluso, cuán rápido se mueve alrededor del planeta. Permite a los usuarios conocer más sobre el fenómeno natural, al mismo tiempo de identificar, riesgo, e impactos a nivel global.
Junto con el equipo de CIGIDEN, la feria contó con la participación del Departamento de Gestión del Riesgo del Municipio de Talcahuano, Bomberos, Samu y la Corporación de Emergencias del Biobío.