El 22 de mayo de 1960 marca un hito en la historia sísmica de Chile y el mundo, el terremoto y tsunami que azotó con fuerza a más de 40 ciudades y cientos de localidades del centro-sur de Chile, cambiando para siempre la morfología de la costa chilena y la ciencia sísmica del mundo. Con una magnitud registrada sobre los 9.0, este megasismo liberó 25 veces más energía que el sismo de 2010 conocido como el “27F”.
Fecha emblemática para Chile –pues dejó a más de 2 millones de damnificados y se estima que perdieron la vida entre 1.600 y 2.000 personas– y que fue escogida por la Fundación Proyecta Memoria y un grupo de parlamentarios, para levantar un proyecto de ley que establece el “Día nacional de la memoria y educación sobre desastres socio-naturales”. La norma general, de la ley 21.454, fue publicada hoy en el Diario Oficial.
Homenaje a las víctimas
El objeto de establecer en este día en particular para conmemorar la memoria de desastres, es recordar y rendir un homenaje a las víctimas de los desastres socio-naturales a lo largo de la historia y promover por parte del Estado, actividades educativas, científicas, artísticas, de enseñanza y difusión para la prevención y reducción de los efectos de los desastres en el país.
Asimismo, la iniciativa propone para este día, un artículo que realza la importancia de actividades curriculares y extracurriculares que promuevan la historia de los desastres, prevención y mitigación de sus efectos en el ámbito escolar. Además procura que todos los establecimientos educacionales realicen un minuto de silencio cada 22 de mayo a las 15:11, para generar un espacio de reflexión sobre los desastres socio-naturales en Chile.