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Manuel Tironi en el primer seminario académico de CIGIDEN: “El estado debe ser mucho más proactivo tratando de incluir a los improvisadores” | CIGIDEN

Manuel Tironi en el primer seminario académico de CIGIDEN: “El estado debe ser mucho más proactivo tratando de incluir a los improvisadores”

Manuel Tironi, sociólogo e investigador de CIGIDEN, ha estudiado la gestión de desastres desde hace ya seis años. “Es bastante más desordenada de lo que se piensa (…) es algo que está siempre sobrepasándose a sí mismo”, dijo al iniciar su presentación en el primer seminario académico de CIGIDEN de este año, en el auditorio San Agustín del campus San Joaquín UC.

En base al análisis de tres eventos recientes: los aluviones de Copiapó 2015, el terremoto de Iquique de 2015 y algunas situaciones del 27F; Tironi analizó los repertorios de improvisación, presentación que posteriormente fue comentada por Magdalena Gil, Master en Sociología de la Universidad de Columbia y futura PhD en Sociología de la misma universidad.

“La gestión de desastres está mucho más caracterizada por la flexibilidad, informalidad, espontaneidad y la capacidad de ‘curvar las cosas’ para que funcionen. Muchas veces estos resultados son eficientes y beneficiosos”, explicó Manuel Tironi.

 

Las situaciones

Para el caso de los aluviones en Copiapó, Tironi analizó el caso de la Escuela Fundación Paipote, un recinto que no estaba en la nómina de albergues oficiales pero que de forma imprevista recibió a todos los vecinos de la zona. “Francisca Godoy , funcionaria municipal que vivía a pocas cuadras de la Escuela, recibió el llamado de su superiora para hacerse cargo de la situación. Sin ningún conocimiento sobre gestión de desastres y sin ninguna instrucción sobre en qué consistía su rol, Francisca se convirtió en la encargada improvisada del improvisado albergue. Constituyó un equipo de trabajo con los vecinos y sus familias”.

Dentro de los efectos del 27F, también revisó el caso de la reconstrucción en la Villa Olímpica en Santiago, donde el instrumento que se usó para la reconstrucción de los departamentos, suponía un beneficiado que era pobre. “Y en la villa no habían muchos, también que eran propietarios y muchos departamentos estaban procesos de sucesión. El beneficio no estaba diseñado para un afectado que quisiera que se reconociera el valor patrimonial de sus viviendas. Cada uno de estos choques entre el afectado esperado y el real, requirió un ajuste, una modificación”.

Otro de los casos analizados fue el terremoto de Iquique, donde la investigación se realizó en torno a los Centros de Información Territorial, en especial en torno a los cinco que se instalaron Alto Hospicio. “Eran una manera de hacer tangible el llamado gobierno ciudadano y de desplegar la reconstrucción post desastres más cerca de la ciudadanía” explicó Tironi. Trabajaban entre 3 y 4 mujeres, de entre 50 y 60 años. Todas de Alto Hospicio y activas políticamente.

Tras la revisión de casos, Tironi explicó que “la improvisación, por un lado es buena, es positiva, es deseable, da buenos resultados. Pero al mismo tiempo, esta misma improvisación nos muestra los déficits del estado, la descoordinación, la escasa capacidad municipal y la inexistencia/obsolescencia de la planificación”.

El investigador concluyó que “el estado debe ser mucho más proactivo tratando de incluir a estas improvisadoras e improvisadores”. “Hay que ir a buscarlas a las organizaciones de base, a las parroquias, los partidos políticos, a las organizaciones territoriales, etc, porque en estos lugares está la gente que tiene pasión por el trabajo y la acción social. Ahí está la gente que tiene conocimiento local, que conoce la dinámica de su territorio, que tiene conocimiento de redes políticas y capacidad organizativa”.

Respecto de estas conclusiones, a Magdalena Gil le gustó “esta idea de que el Estado, los recursos y las herramientas, tiene que ser flexibles y maleables para que den frutos”. Pero insistió en que “hay que aceptar que una vez que hay un desastre, no existe un buen manejo de desastre. Existe malo y menos malo, pero cuando tu ya tienes un desastres, es porque ya fallaste. La única buena gestión de desastre en realidad es la gestión de riesgo. Si ya quedó el desastre, ya hiciste las cosas mal y lo que puedes hacer es tratar de arreglarlo lo mejor posible, pero siempre va a haber alguien descontento”.

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