El riesgo de tsunamis en la zona costera de Chile es un tema que se instaló con fuerza desde el terremoto del 27 de febrero de 2010. La pérdida de vidas humanas y el cuantioso daño en infraestructura puso en alerta a diversos actores del Estado y la sociedad sobre la efectividad de los métodos de mitigación de desastres de origen natural. Países como Japón –que lidera la investigación sobre estructuras de ingeniería que buscan mitigar el daño ocasionado por dichos fenómenos naturales–, han trabajado en nuevas formas de mitigación para tsunamis con avances en materia de legislación, ingeniería y planificación costera.
Después del tsunami de Tohoku, que impactó el país nipón en 2011, el gobierno japonés presentó una serie de pautas para la reconstrucción de las zonas afectadas bajo el concepto de “defensa holística contra tsunamis”. Esta idea permitió idear y construir diferentes modelos de ingeniería para la mitigación, en conjunto con un enfoque que permite formar comunidades resilientes ante estas eventualidades.
Bajo esta premisa, el profesor Taro Arikawa, ingeniero hidráulico de la Universidad de Chuo, Japón, visitó el Campus San Joaquín y específicamente a CIGIDEN, para dar a conocer los avances sobre el modelado numérico de tsunamis y las medidas de evacuación en zonas costeras del país nipón. El experto ha trabado durante los últimos años yen el proyecto Smart BOUSAI Platform, un sistema computacional integrado que permite modelar eventuales inundaciones provocadas por maremotos.
Ley de costas
Con más de sesenta años de experiencia e investigación, Japón ha marcado el camino para el
desarrollo de nuevas formas de gestión del riesgo: “El desarrollo de las zonas costeras durante la era de la posguerra comenzó con la promulgación de la Ley de la Costa en 1956. Los daños causados por la tormenta y una gran cantidad de tifones estaban interfiriendo con la recuperación de la posguerra”, contó el
académico.
Durante la charla, comentó además, que después de tanto daño, el objetivo clave de la promulgación
de la Ley de la Costa en Japón, fue la protección mediante la prevención. En ese momento, se llevó a cabo el llamado Sistema Simple de Protección de la Costa y se instalaron diques y revestimientos costeros,
con el objetivo de proteger el interior de la zona costera. «Esta plataforma inteligente contra desastres naturales de origen natural (desarrollada a partir del 2011) busca contribuir a la mitigación de los daños mediante la cooperación internacional en el campo de la gestión de desastres. Esto permite también suministrar tecnología y materiales de investigación”, comentó el profesor Arikawa.
El experto también detalló que BOUSAI PLATFORM consiste en llevar a cabo experimentos hidráulicos para estudiar el comportamiento de las olas de tsunami. No solo la ola de avance, sino también la onda reflejada generada por las estructuras que fueron examinadas en los modelamientos. “El concepto y el sistema computacional está disponible para realizar los diversos cálculos que se necesiten, pero previamente, se debe hacer un trabajo en cada país para desarrollar los escenario y modelamientos específicos de cada ciudad. Esta plataforma inteligente puede ser compartida y ser puesta a disposición de quienes la requieran”, aseguró.
Evacuación vertical
Además del modelamiento digital e hidráulico del comportamiento de los tsunamis en las diversas zonas costeras propensas al riesgo de desastres, Taro Arikawa, también ha trabajado en el diseño de nuevas medidas de evacuación según las características de las ciudades, siendo el concepto de evacuación vertical uno de los más innovadores.
Actualmente, la alternativa más conocida de evacuación ante maremotos en las grandes urbes costeras es trasladarse a las zonas altas y alejadas de la costa, medida que en algunos casos puede tomar demasiado tiempo, generando pánico en las personas y obstrucción en las vías de escape. Es por ello que la utilización
de edificios altos como opción para el resguardo de las personas permitiría disminuir las pérdidas
de vidas humanas en determinadas zonas costeras en países como Chile.
La “evacuación vertical” depende, comentó Arikawa, de la estructura del edificio, la cual debe ser normada y diseñada acorde a los requerimientos de cada ciudad bajo riesgo de inundación. Factores como las
características geográficas y urbanas de cada ciudad resultan claves para realizar de manera
exitosa tales evacuaciones. “La evacuación vertical es pertinente según el lugar del tsunami. En el Asia Pacífico y otras regiones ha resultado muy bien ante inundaciones por tifones. Es una medida recomendable, en el caso de Chile, en algunas ciudades. Aunque en el 2010, las zonas más afectadas con contaban con los edificios adecuados para realizar esta forma de evacuación”, concluyó el experto.