La tesis de doctorado del oceanógrafo Juan González, que además es la primera tesis doctoral sobre tsunamis realizada en Chile—que fue elaborada en el programa en ciencias, mención en geología de la UCN —hizo una caracterización de la amenaza de tsunami en las principales ciudades costeras del Norte de Chile, desde Arica hasta Antofagasta. Uno de los resultados principales es que la ciudad de Mejillones está severamente expuesta a los embates de un tsunami generado por un terremoto con magnitud y área de ruptura similar al del 27F el año 2010 y, con epicentro localizado al norte del mencionado puerto.
El modelo de peor escenario indica que el tiempo de arribo de la primera ola es inferior a quince minutos, con olas proyectadas superiores a diez metros y un 70% de inundación de la ciudad. Las comunidades del norte de Chile conviven con la espera de un gran terremoto anunciado desde la comunidad científica, una realidad estudiada y sometida a múltiples escenarios de magnitud e intensidad de terremotos, que permite evaluar impacto, gestionar riesgos y contribuir a la preparación desde el Estado y desde las comunidad. Estudios al respecto han revelado que solo el 20% de la energía contenida entre las placas, se ha podido liberar desde el último gran terremoto del norte de Chile ocurrido en 1877.
Juan González, doctor en geología de la UCN, comenta que “durante las últimas dos décadas, una serie de terremotos que han producido tsunamis extraordinariamente grandes (tsunamigénicos) –como el de Sumatra e Indonesia en 2004, el 27F en Chile de 2010 y Tohoku-Oki, en Japón el 2011–, han entregado a la comunidad científica valiosa información respecto a la génesis, desarrollo e impacto de los tsunamis”.
Simulaciones
El investigador realizó una tesis de doctorado en el marco de las investigaciones de CIGIDEN llamado Tsunamis en la brecha sísmica del sur de Perú y norte de Chile (17°S – 24°S): Análisis determinístico multiescenario para la estimación de amenaza en ciudades costeras”, cuyas conclusiones son preocupantes, de ocurrir un escenario de terremoto y tsunami como el acontecido el 2010 en Maule. “Los tiempos de arribo de la primera ola pueden variar entre 10 y 17 minutos, por lo tanto, el impacto de un tsunami generado por un terremoto de magnitud superior a 8.4 puede considerarse severo para casi todas las ciudades estudiadas (Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Iquique y Arica).
De acuerdo al oceanógrafo, Mejillones tiene características particulares respecto del impacto, y ante un escenario magnitud 8,8 la ciudad se inundaría en un 70%. Para llegar a esta conclusión el investigador utilizó tres metodologías de simulación computacional, aplicadas a todas las ciudades costeras ubicadas al norte de Antofagasta. Se generaron 420 modelaciones de alta resolución. El primer modelo usado es el de falla homogénea, metodología básica usada cuando no hay mayores datos de otros eventos y que es la utilizada actualmente por el Centro Sismológico Nacional y el SHOA, para confeccionar cartas de inundación.
El modelo de acoplamiento de placas, en tanto, utiliza sofisticados datos entregados por Sistema de Posicionamiento Global (GPS), y permite generar planos de ruptura más detallados y zonas de acumulación de energía, por lo tanto, es posible establecer posibles escenarios futuros de terremotos y tsunamis. Finalmente el modelo estocástico, que trabaja con magnitudes aleatorias basadas en múltiples escenarios construidos con los distintos datos recopilados por (GPS).
Juan González, comenta que, «el estudio del norte de Chile, permitió la creación de una metodología que, permite que los distintos modelos puedan ser utilizados para establecer modelos cada vez más realistas y aplicables a otras lagunas sísmicas de Chile y el mundo y sus resultados pueden ser utilizados para elentrenamiento de la evacuación y el urgente diseño de políticas públicas”.
Preparación de evacuación
El subdirector de CIGIDEN, Gabriel González, profesor guía de esta tesis de doctorado y subdirector del centro,explica que, “la relevancia del estudio es un aporte indispensable en la elaboración de posibles escenarios de ocurrencia de un sismo y posterior tsunami sobre todo cuando aún no se tienen certezas de cómo va ser el próximo gran terremoto en el norte de Chile”.
“No sabemos la magnitud del próximo terremoto, pero si sabemos las amenazas y consecuencias que podría tener un evento como el del 27F en las zonas costeras estudiadas y, esos resultados pueden ser utilizados para evaluar impacto, primera respuesta de ayuda humanitaria, preparación de evacuación y diseño de políticas públicas orientadas a la reducción del riesgo por tsunami en los territorios costeros de Chile”, sentencia Gabriel González.