El pasado 15 de diciembre habitantes y miembros de la comunidad se reunieron en el aula magna del Liceo “Poeta Vicente Huidobro» en Cartagena, para inaugurar oficialmente una nueva instancia educativa creada por las investigadoras e investigadores del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, CIGIDEN.
“La principal motivación de esta nueva iniciativa ambiental y educativa, es transmitir conocimientos científicos respecto a nuestras costas, orientados a adultos, niñas y niños de todas las edades y a través de monitores que son parte de la localidad y que fueron guiados por las investigadoras y los investigadores del CIGIDEN y la Fundación Observatorio de la Costa”, señala la investigadora principal de CIGIDEN y directora de la Fundación Observatorio de la Costas, Carolina Martínez.
Los orígenes de este proyecto se remontan al año 2019, antes de que existiera la distancia social que impuso la pandemia por Covid-19 y motivo por el que las y los expertos y los miembros de la comunidad, mutaron sus reuniones presenciales a encuentros telemáticos, logrando así definir sus lineamientos.
El principal objetivo de la “Escuela Comunitaria Ambiental de la Costa” (ECAC) es promover el desarrollo sostenible de la zona costera, desde la perspectiva de la educación no formal y a través de la co-creación educativa y de acciones en las temáticas de Planificación Territorial, Educación Ambiental, Conservación y Protección de Ecosistemas Costeros y la Gestión del Riesgo de Desastre.
De hecho, uno de los pilares fundamentales de esta escuela son las personas de la comunidad. La educadora Mónica Villarroel, por ejemplo, es una de las monitoras de Cartagena que se ha comprometido a transmitir los conocimientos a sus vecinos, además de ser la encargada de coordinar, planificar las clases y gestionar las acciones más prácticas.
“La comunidad sabe lo que necesita aprender”
La profesora jubilada María Ester Moreno, es otra de las activas participantes de este proyecto y desde su rol como presidenta del Comité Ambiental Comunal (CAC) de Cartagena, participó de la mesa redonda que se desarrolló durante el lanzamiento de la escuela. “Trabajar a partir de lo local, acerca del cambio climático, es para nosotros un aporte fundamental. Fundamental porque el hecho de que la academia esté trabajando con nosotros, hace que se valide lo que hemos hecho en forma práctica por mucho tiempo”, expresó.
A la fecha, la escuela comunitaria lleva un mes con clases presenciales, las que se imparten una vez por semana y cuentan con 25 alumnos en total -entre adultos (21) y Niñez (4)-. Durante la inauguración, la geógrafa e investigadora CIGIDEN Nikole Guerrero, destacó durante su intervención a las vecinas y vecinos comprometidos por impulsar este espacio. “Es un proyecto de larga travesía, de altos y bajos, y que hoy nos alegra poder compartir con ustedes, ya que es fruto del trabajo mancomunado entre la academia y la comunidad de la bahía de Cartagena”, dijo.
Asimismo, Karla Palma, investigadora CIGIDEN y profesora asistente de la Facultad de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, reconoció que esta escuela representa la generosidad de muchas personas, que han compartido lo que tienen y lo pusieron a disposición de un proyecto colectivo. “Yo diría que los aprendizajes están en la ciencia y están en el conocimiento local, están en la manera de relacionarnos”.
La experta en comunicación del riesgo también aseguró que “hacía falta un espacio que fuera permanente y donde las dudas que a veces no se aclaraban en público se pudieran plantear. Un espacio donde se pudiera aprender y profundizar en el conocimiento que a esas alturas todos sabíamos que era una herramienta necesaria”.
“Guía para monitoras y monitores de la Escuela Comunitaria Ambiental de la Costa”
Para guiar a quienes tomaron el rol de transmitir los conocimientos a adultos, niñas y niños inscritos; las y los investigadores CIGIDEN crearon la “Guía para monitoras y monitores de la Escuela Comunitaria Ambiental de la Costa”.
Este manual propone cuatro objetivos de aprendizaje, desglosados en unidades que se revisan en las clases presenciales. Con estos objetivos lo que se busca es que alumnas y alumnos puedan conocer la naturaleza, su biodiversidad y cómo nos afecta el cambio climático en la costa, en específico a los ecosistemas de playas, como dunas y humedales y también en relación al riesgo de desastre.
Otras unidades abordan la formación ciudadana para el reconocimiento geográfico-histórico de la zona costera, los derechos territoriales de nivel local y nacional, el acceso a la información pública en temas medioambientales y la accesibilidad e inclusión en protocolos de evacuación frente a desastres, entre otros.
Este manual irá evolucionando a medida que la Escuela Comunitaria Ambiental de la Costa se desarrolle y crezca en la comuna, para después poder visitar con ECAC otras localidades costeras. “Cómo todas las costas son diferentes, la escuela se irá adaptando, según la realidad territorial. Es importante entender que no existe una fórmula que vamos a poder copiar y pegar en todos los lugares. Sin embargo, existe un aprendizaje que desarrollamos en el proceso y ya tenemos una estructura”, afirma la doctora Karla Palma.