La reunión anual de la American Geophysical Union (AGU) fue desarrollada en Nueva Orleans entre el 11 y 15 de diciembre, convocando a más de 23.000 asistentes miembros de la comunidad científica de la Tierra y el Espacio durante una semana para debatir las tendencias emergentes y las últimas investigaciones.
Entre ellos, los investigadores de CIGIDEN tuvieron una contundente participación, tanto en las presentaciones, como en los posters. Alguno de ellos se presentan a continuación:
Jorge Gironás y su grupo de trabajo presentaron 4 trabajos en el área de hidrogeomorfología y meteorología aplicada. En particular presentaron 3 poster con los primeros resultados de su investigación actual, relacionado con la determinación de la respuesta hidrológica de cuencas Chilenas a partir de sus características geomorfológicas. La relevancia de esta investigación radica en la necesidad de poder estimar hidrogramas de crecida en cuencas típicamente no instrumentadas.
Juan Carlos Aguilera y su poster «Expression for travel times based on diffusive wave theory: applicability and considerations».
El equipo liderado por Juan González-Carrasco, estudiante de doctorado de la UCN, expuso su trabajo “Escenarios tsunamigénicos para la brecha sísmica entre el sur de Perú y el norte de Chile: Enfoque híbrido determinístico y probabilístico para la evaluación de amenazas” en formato poster. Así mismo, González expuso el trabajo “Tsunami de campo lejano generado por el terremoto de Mw8.1 en Tehuantepec, México, en 2017, registrado por la red de mareógrafos chilenos: implicaciones para los sistemas de alerta de maremotos“ desarrollado junto a otro grupo de investigadores
Paula Aguirre, investigadora, presentó un trabajo que desarrolla una metodología de simulación de movimientos de suelo para terremotos de subducción en la zona centro-norte de Chile, con el objetivo de estimar la demanda sísmica en cualquier punto geográfico donde no haya instrumentación y así tener mejor información de entrada para el diseño y análisis estructural. La metodología fue probada y verificada para el terremoto de Illapel de 2015.
Luego de un gran terremoto los primeros esfuerzos para orientar la respuesta a la emergencia requieren de un conocimiento del impacto del evento. En general esto involucra una caracterización de la ruptura sísmica y de la fuente de potencial tsunami. Como las ondas sísmicas viajan más rápido que las de tsunami, es muy práctico inferir la fuente de tsunami a partir de los datos sísmicos. Sin embargo, debido en parte a que durante los primeros momento de ocurrido el terremoto, la información sísmica puede ser escasa, se espera que los modelos preliminares sean pocos robustos. Por ello, el investigador posdoc Roberto Benavente, presenta su investigación, en la cual buscan cuantificar la incertidumbre en dichos escenarios y la propagamos a la condición inicial de tsunami. “Creemos que esta información es de vital importancia para un adecuado manejo del desastre”, indica.