Los tsunamis son un fenómeno global poco frecuente que, sin embargo, pueden ser extremadamente destructivos. Chile ha vivido, en su historia de desastres, eventos por tsunamis que han afectado a muchas comunidades costeras. Incluso ciudades completas han tenido que ser trasladadas desde su emplazamiento original, como fue el caso de Concepción, que en 1751 estaba emplazada en la actual localidad de Penco.
En la zona central, en 1730, un terremoto y tsunami de gran magnitud arrasaba con Valparaíso, mientras que en 1960 la costa centro sur de Chile era impactada por unos de los tsunamis producto de uno de los terremotos más grandes de la historia mundial. Recientemente, en 2010, 2014 y 2015, tres tsunamis, impactaron la Región Maule y Biobío, la Región de Tarapacá, y la Región de Coquimbo, respectivamente. Sin embargo, no todos los tsunamis son destructivos ni los percibe la población. Nuestro último tsunami ocurrió hace unos meses, luego de un temblor en Huasco y alcanzó una altura de 20 cm.
Las Naciones Unidas advierte que en los últimos 100 años, 58 tsunamis han cobrado más de 260.000 vidas, un promedio de 4.600 pérdidas humanas por desastre, superando cualquier otro riesgo natural. El mayor número de muertes se concentró en el tsunami del Océano Índico en diciembre de 2004 con pérdidas humanas devastadoras. “Los tsunamis tienen un enorme poder destructivo. Tener planes nacionales o locales ante tsunamis es la mejor forma de salvar vidas y reducir las pérdidas económicas”, asegura, Mami Mizutori, representante especial del Secretario General de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres y jefa de UNDRR.
#TsunamiDay
Frente a esta realidad y con el objetivo de fortalecer la resiliencia mundial frente a los tsunamis, en diciembre de 2015 la Asamblea General de OU estableció el 5 de noviembre como el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunami. La campaña 2020, se enfoca invitar a los países y comunidades a implementar antes de que termine 2020 estrategias nacionales y locales de reducción del riesgo de desastres para salvar más vidas, considerando que ONU estima que para el 2030, el 50% de la población mundial vivirá en áreas costeras propensas a inundaciones, tormentas y tsunamis.
Por eso asegura, Patricio Catalán, experto en tsunamis de CIGIDEN y de la Universidad Técnica Federico Santa María: “Necesitamos avanzar en un proceso de evaluación más continua del riesgo de amenaza de tsunamis, pero también hay que recordar y acudir a la memoria para estar mejor preparados. Esto se puede hacer a través de procesos estructurales, como planificación urbana y sobre la base del conocimiento científico en un plan sostenible. Pero siempre lo más importante será el conocimiento que como personas tengamos. Un tsunami puede ocurrir en cualquier momento, y si justo estamos cerca del mar o un río costero, debemos saber qué hacer».
¿Pero qué hemos aprendido de los tsunami en Chile?”. Según Catalán desde 1960, que nuestro país no experimentaba un tsunami destructivo en la costa, porque en otros terremotos como en 1985, el tsunami en la zona de Valparaíso fue de un metro y medio y no alcanzó a inundar zonas pobladas. Por lo tanto, no tuvimos la percepción de tsunami en esa ocasión. “En 2010, por lo mismo, sorprendió al país con una compresión muy incompleta del fenómeno”, afirmó el investigador CIGIDEN.
Investigación y sociedad
De hecho, asegura Rodrigo Cienfuegos, académico de Ingeniería UC y director de CIGIDEN: “Este centro científico nace en 2012, luego del terremoto y tsunami de 2010, con la apertura de un concurso de área prioritarias para la creación de centros de investigación de excelencia enfocados en problemas país de Conicyt –hoy ANID–, para poder seguir construyendo investigación y resiliencia desde la ciencia en conexión con la sociedad”.
Luego de los terremotos de 2010, 2014 en Pisagua y 2015 en Illapel, el aprendizaje ha sido veloz. Por ejemplo, hoy sabemos que los tsunamis dejaron de ser una única ola, que pueden ser de varias olas y que la primera ola puede que no sea ni más grande, ni la más destructiva. Habitualmente, complementa Patricio Catalán, se pensaba el mar se tenia que recoger para que ocurra un tsunami, sin embargo, hemos estudiado que los tsunami llegan sin la necesidad de que el mar se retire.
“Lo importante entonces, sostiene el profesor de la USM, es reconocer las señales que anticipan que puede ocurrir un tsunami. Es decir, si el terremoto es largo, de más de 30 segundos, y no te deja mantenerte en pie, es necesario que evacues la costa hacia lugares altos de la localidad donde te encuentres y no vuelvas a ella al menos por una hora”
¿Qué son los tsunamis?
Un tsunami es una serie de enormes olas creadas por una perturbación submarina generalmente asociada con terremotos que ocurren debajo o cerca del océano. “ Es decir, es una ola, pero es ligeramente distinta a la que estamos acostumbrados, en el sentido de que tiene un periodo muy largo. Eso quiere decir, tiempo que ocurre entre la cresta de una ola y la que sigue. Las olas en el mar, tienen un periodo típicamente de 10 segundos, mientras que los tsunamis tienen un periodo de más de cinco minutos. Esto significa que mueven mucha agua, y tienen mucha energía, lo que los puede hacerlos muy destructivos”, explica el profesor de la USM Patricio Catalán.
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