«Ciencia con impacto para el desarrollo y la resiliencia de las zonas costeras” fue el nombre de la sesión inaugural de un ciclo de seminarios organizado por cuatro centros de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) –Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) e Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS)–, junto con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA). Además, del apoyo del Comité Oceanográfico Nacional (CONA) y el patrocinio de la Década de los Océanos de UNESCO.
“Estos centros Fondap están muy conectados con las agendas globales, como el Marco de Sendai para lo que es la gestión del riesgo de desastres, el Acuerdo de París, la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible”, aseguró el director de CIGIDEN y académico de Ingeniería UC, Rodrigo Cienfuegos al inicio de la jornada.
El experto en tsunamis explicó que el principal objetivo de esta iniciativa conjunta es enfocarse en las principales problemáticas y desafíos que presenta la zona costera de nuestro país y el mundo, en el contexto del cambio climático. “La costa es sin duda un lugar privilegiado, pero desregulado donde existen muchas tomas ilegales que exponen a las personas a tsunamis. Chile es una costa frágil y expuesta y queremos pasar de la zona costera a un sistema socioecológico con una mejor gestión del riesgo de desastres», dijo.
El académico UC comentó, además, que la nueva Constitución política en Chile ofrece una oportunidad única, para incorporar algunos principios fundamentales, como la Gestión del Riesgo de Desastre, y la resiliencia y sostenibilidad de la costa.
Conocimiento científico como bien público
La directora ANID, Aisén Etcheberry, comentó las principales líneas de trabajo de esta agencia gubernamental y destacó el desafío de concebir el conocimiento científico como un bien público, idea que motivó la política de acceso a datos e información científica. También se refirió a la iniciativa del Ministerio de Ciencia para impulsar el Observatorio de Cambio Climático y la importancia de la paridad de género en la investigación científica, ya que “una ciencia diversa, es una mejor ciencia”, sostuvo .
Raúl Salazar, jefe de de la oficina regional de las Naciones Unidas para la Gestión del riesgo de Desastres (UNDRR), por su parte, explicó que el Marco de Sendai se origina cuando después de una serie de eventos ocurridos en Latinoamérica y el Caribe, se identifican las altas pérdidas económicas y humanas derivadas de los desastres y la necesidad de pensar en los factores estructurales y de desarrollo que alimentan la vulnerabilidad a los desastres en la región.
Asimismo se refirió a los principales impulsores de riesgo y exposición a los desastres socionaturales. “El covid 19 es un ejemplo clarísimo de un desastre que tiene impacto en cascada en diversos sectores como educación, salud, empleos y economía. Este tipo de encadenamiento revelan la necesidad del enfoque multisectorial de la gobernanza y el carácter sistémico de los riesgos”, explicó.
“Sabemos más sobre la luna que del océano”
Otra de las invitadas a la sesión inaugural, fue la directora del Caribean Tsunami Warning Program del NOAA, Crhista von Hillebrant-Andrade, que expuso sobre plan de implementación del decenio de las ciencias oceánicas para el desarrollo sostenible.Este cuenta con siete objetivos que Hillebrandt resumió de la siguiente manera: «Queremos un océano limpio, saludable, productivo, predecible, seguro, con datos accesibles e inspirador. Que nos sirva de motor de una economía azul”.
Para lograr estos objetivos señaló que la producción de datos científicos deben ser encontrables, accesibles, interoperables, reusables y relevantes para quienes viven en la costa, ya que “el 70% del fondo marino aún no ha sido cartografiado al nivel que se necesita”, advirtió.
En la misma línea, el secretario ejecutivo del Comité Oceanográfico Nacional CONA, Juan Fierro, presentó el Plan Oceánico Nacional para el periodo 202- 2030, que establece las líneas prioritarias de investigación factibles de realizar por la comunidad científica nacional y que debe mantenerse actualizado anualmente y vinculado al Decenio de las Naciones Unidas para las ciencias Oceánicas y el Desarrollo Sostenible, presentado previamente por Crhista von Hillebrant -Andrade.
Compromiso e innovación frente al cambio
El cierre del primer bloque de la sesión inaugural estuvo a cargo de la directora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Maisa Rojas. La física y climatóloga planteó que la principal finalidad de la labor científica es investigar para “mejorar la vida de las personas”. En este sentido, destacó la importancia de disminuir la contaminación, tener ciudades menos segregadas, gestionar el riesgo de desastre ante amenazas naturales y no naturales –como el cambio climático– , proteger la biodiversidad y detener la erosión en nuestra costas.
«Esta década que ya comenzamos es crítica para una cantidad importante de transformaciones sociales que debemos implementar frente al cambio climático y estamos comprometidos como centros ANID para hacer estos cambios desde la ciencia», sostuvo.
Durante el segundo bloque de la jornada se expuso la investigación y desarrollo tecnológico a partir del terremoto de 2010 (27F) y en particular, el nuevo Sistema Integrado de Preparación y Alarma de Tsunami SIPAT y cómo funciona en coordinación con el Sistema Nacional de Alarma de Maremoto SNAM.
A cargo de esta presentación estuvo el Contralmirante de la Armada de Chile y director del SHOA, Patricio Carrasco, quien explicó que el SNAM evita las evacuaciones que están fuera de la zona de riesgo de maremoto, gracias a la sectorización de la amenaza y está reconocido como los cinco mejores sistemas de alerta de tsunamis por la ONU.
El investigador CIGIDEN y académico de la USM, Patricio Catalán, en tanto, mencionó los aprendizajes obtenidos a partir de los tsunamis ocurridos durante los últimos 10 años y destacó la importancia de mantenerse alerta frente a eventos que pueden ser muy destructivos. “El epicentro no es lo más importante, sino dónde ocurre y cómo se distribuye la energía del terremoto” sostuvo.
El experto indicó durante su presentación, que los tsunamis son varias olas y que la primera no es siempre la más grande, que si el mar se recoge o no, no es un indicador de la ocurrencia de tsunami y que la energía de los tsunamis queda atrapada en la costa y sus efectos dependen de la localidad. “Necesitamos políticas a largo plazo y educación en torno a estos fenómenos a los que todos podemos estar expuestos”, advirtió.
Políticas públicas y protección costera
La jornada finalizó con un conversatorio donde se compartieron las experiencias de las asesorías científicas realizadas por investigadoras de de los centros de investigación ANID, CR2, SECOS, CEDEUS y CIGIDEN en la tramitación legislativa de la ley marco de cambio climático, la ley de humedales urbanos y la discusión prelegislativa de la ley de costas.
El panel contó con la participación de la senadora por la región de Aysén, Ximena Órdenes, Carolina Urmeneta, jefa de la oficina de cambio climático del Ministerio del Medio Ambiente, Pilar Moraga, investigadora de CR2 y directora del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, Carolina Rojas, investigadora asociada de CEDEUS y académica UC, Carolina Martínez, investigadora de CIGIDEN, SECOS y académica UC y fue moderado por Andrea Rudnik, directora ejecutiva de CR2.
Las expertas destacaron la relevancia que ha tomado la evidencia científica al momento de incidir en políticas públicas y la toma de decisiones. Al respecto, la senadora Órdenes destacó el trabajo de CIGIDEN “al poner en la agenda pública la problemática de la zona costera con una propuesta de ley de costa y al ayudarnos con la conceptualización para comprender que la costa es un ecosistema”. También agregó que “no se puede hablar entre la élite de científicos y políticos, ya que hay instancias de participación ciudadana que son fundamentales”.
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