En el primer encuentro los expositores reflexionaron sobre el valor e integración de los saberes locales en la forma en que se abordan las amenazas, desde la experiencia indígena, activista e institucional.
“La comunidad conoce su territorio y sabe cómo se comporta. Sabe que el volcán puede generar movimiento o que un río está a punto de secarse. Pero donde no hay diálogo, es cómo ese conocimiento local se usa, se consulta o simplemente se respeta”, dijo la documentalista y directora de Ficwallmapu, Jeanette Paillan, durante el primer Conversatorio CIGIDEN 2018, donde se abordó el tema: ¿qué es el conocimiento local y quiénes son sus portadores?
El ciclo de conversaciones dedicado a los “Desastres desde abajo: conocimiento local en la gestión del riesgo de Desastres”, es organizado por los investigadores CIGIDEN, Manuel Tironi y Francisco Molina, cuyo objetivo es enriquecer a través del diálogo y desde diferentes miradas la política nacional. «Estos conversatorios surgen de un diagnóstico de que Chile sigue con una política de gestión de riesgo de desastres más bien verticalista y asistencialista, de corte más bien tecnocrático, que aún no le da espacio concreto a prácticas, saberes y conocimientos locales que pueden (y deben) aprovecharse en todos los ciclos del desastre», plantea Tironi.
En este primer encuentro participó la documentalista Jeanette Paillan, el dirigente social Rodrigo Mundaca vocero del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (MODATIMA) y el subdirector de la ONEMI Cristóbal Mena, quienes abordaron desde la experiencia indígena, activista e institucional, la importancia del conocimiento local en la construcción de programas de mitigación y gestión del riesgo.
“El conocimiento local es recoger y aplicar los saberes de la comunidad y construir junto a ellos un modelo de desarrollo compartido”, explicó Rodrigo Mundaca. El líder comunitario abordó, además, la problemática del agro y la sobreexplotación de las cuencas de los ríos Ligua y Petorca por la producción de paltas, recordando que “el Estado debe desarrollar políticas de gestión y conservación en zonas con erosión de suelos y, donde ademas, la introducción de especies exóticas sigue provocando desastres”.
Desafío de Estado
Por su parte el subdirector de la ONEMI, Cristóbal Mena, aseguró que “el desafío del Estado es lograr una gestión de riesgo del desastre que se convierta en política pública, realizando un trabajo consciente de los riesgos y de cara a la ciudadanía”.
Jeannete Paillan quien ha documentado visualmente las complejidades de las comunidades mapuche, reflexionó sobre uno de los mayores desastres que a su juicio pudiera provocar una equivocada gestión del riesgo: “la extinción de los pueblos indígenas, que provocaría el término de un conocimiento ancestral y local fundamental”.
Trabajar en la memoria de los desastres como fuente de conocimiento en la construcción de políticas públicas de prevención del riesgo, será el eje de los próximos conversatorios que tiene programado CIGIDEN. Estos seguirán realizándose en el MAVI y son abiertos a todo público bajo la inscripción previa en el formulario dispuesto para la actividad.