El PhD. en geología y subdirector del Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres, Gabriel González, entrega un relato en cifras, de cómo fue el impacto del terremoto y posterior tsunami de Valdivia en los años sesenta, el más grande de la historia sísmica del mundo.
La tarde (15:10:40) del 22 de mayo de 1960, un gran terremoto de una magnitud histórica de 9.4 y con una duración de 8 minutos, culminó una secuencia sísmica iniciada en la madrugada (06:02:52) del 21 de mayo, con un terremoto de magnitud 8.3 localizado bajo las costas de la Península de Arauco. La secuencia de sismos precursores fue completada por ocho sismos de magnitudes superiores a 5.8, dos de los cuales alcanzaron una magnitud 7.3 y uno una magnitud 7.8. Un minuto después de iniciado el evento principal un segundo terremoto sucedió a 17 km al sureste del evento principal: la ruptura comenzó a propagarse hacia el sur a velocidades de 4 a 3 km por segundo. El terremoto fue seguido por una gran cantidad de réplicas, incluso, después de transcurrido un año del mega-sismo ocurrieron 56 replicas con magnitudes entre 5.6 y 7.5.
Veinte a treinta minutos después del terremoto un tsunami de grandes proporciones azotó las costas del sur de Chile desde Concepción a Chiloé. El tsunami expandió su propagación hacia la cuenca del Pacífico afectando posiciones tan lejanas como Japón, Filipinas, Hawaii y la Bahía de San Francisco en Estados Unidos. Se estima que la inundación alcanzó alturas de hasta 10 metros sobre el nivel medio del mar. En Isla Mocha se midieron alturas de inundación de hasta 20 y 25 m. El tsunami penetró 30 km al interior del Rio Calle-Calle. Durante este terremoto la costa del sur de Chile experimentó desplazamientos verticales que en algunos sectores estuvieron caracterizados por hundimientos de hasta 2.7 metros mientras que en otros sectores por alzamientos de hasta 5.7 metros.
La distribución de los cambios geográficos causados por el terremoto permitió inferir un plano de ruptura localizado costa afuera, bajo el océano, extendiéndose entre la Península de Arauco por el norte y la Península de Taitao por el sur. Dicho plano totaliza 1.000 km de largo en sentido paralelo a la costa y 200 km de ancho en sentido este-oeste. A lo largo de este plano, el deslizamiento máximo producido por la falla se estima del orden de 30 a 40 metros. Debido a este deslizamiento, una franja del fondo marino de 830 km de largo por 90 km de ancho, fue levantada súbitamente hasta alcanzar una altura máxima de 8 metros. Esta enorme franja de terreno empujó una columna de agua provocando la movilización de 280 kilómetros cúbicos de agua (11 veces el volumen del lago Villarica). La energía necesaria para levantar esta franja de roca y esta columna de agua es equivalente 167.500 bombas atómicas de tamaño similar a la detonada en Hiroshima.
La agitación sísmica del terremoto de Valdivia provocó desplome de laderas de cerros, el más significativo, el ocurrido en la desembocadura Lago Riñihue que causó el bloqueo del desagüe natural del lago. Este colapso de laderas generó un alzamiento del nivel del lago del orden de 27 metros. Dos días después del terremoto el Volcán Puyehue (Cordón del Caulle) inicia un ciclo eruptivo que se mantuvo por 7 días. Los reportes de la época indican que a consecuencia del sismo se generaron enormes grietas en el suelo, acompañados de licuefacción de suelos, es decir, muchos terrenos cedieron y colapsaron.
El terremoto causó 2.000 víctimas en Chile y dejo pérdidas directas en propiedades del orden de 550 millones de dólares. En Japón, Filipinas y Hawaii el tsunami mató a 230 personas y pérdidas equivalentes a 125 millones de dólares.
Colores rojos indican zona de alzamiento del fondo marino, y color azul la zona de hundimiento. Las líneas limitan zonas de igual magnitud de alzamiento, números representan valores en metros de alzamiento, números negativos dan valores en metros de hundimiento del terreno (tomado de Moreno y otros 2009). Los puntos rojos corresponden a los epicentros de los eventos principales, donde el superior indica el terremoto precursor de magnitud 8.3.
Reconstrucción basada en: Plafker y Savage (1970); Cifuentes (1989); Barrientos y Ward
(1990); Moreno y otros (2009).