Nos enfrentamos a una tarea compleja en la “distancia social” a nivel familiar, pero la crisis debe ser una oportunidad y no un elemento estresor. Por lo tanto, dice Gonzalo Bacigalupe, investigador de CIGIDEN y académico de la UMASS, Boston, en esta vertiginosa paso de noticias sobre el coronavirus, imaginen a los niños y adolescentes –ojalá menos expuestos a esas noticias y más disfrutando de este tiempo inesperado en familia–, y piensen ¿qué pasará por sus cabezas?
Aquí, 21 recomendaciones a tener cuenta en estos tiempos de crisis e incertidumbre.
- Ponte la mascarilla primero antes de ayudar al que no la alcanza. La incertidumbre genera temor, miedo y estrés. Para apoyar a los que cuidas, tienes que cuidarte tú primero. Como en un avión, la instrucción de ponerte la mascarilla primero antes de ayudar a los que no puedan hacerlo por sí mismo. Respira, date más tiempo para reconocer tus propias emociones y ánimo. Somos padres, no superhéroes.
- Después de ponerte tu mascarilla, apoya a otros adultos que están contigo(abuelos, pareja, tíos, etc.) en la tarea de cuidar la familia. Solo entonces empieza a preocuparte de los más chicos.
- Los niños y niñas conversan con sus padres cuando creen que tú los escuchas. Elimina distracciones y escucha cuando te hablen, aunque sea poco. También te conversarán cuando estás dispuesto a escuchar una nueva información. Es en esas conversaciones cuando aprenden cómo hacer sentido de una nueva experiencia. Apaga el teléfono.
- Escucha las preguntas primero antes de proveer información. La certeza hoy es necesaria.
- Para infantes y menores de 3 años, es muy difícil que entiendan la idea de un virus, pero si son muy sensibles al estado de ánimos de sus progenitores. Mantener la rutina y estar atento a vuestras propias emociones de pena, preocupación y desconcentración, es esencial. Trata de seguir la rutina que tenías, aunque sea súper difícil. Eso estabiliza al más pequeño.
- Los preescolares tienen una idea muy básica acerca de los gérmenes y el estar enfermo. Minimizar el acceso a información en línea o por la televisión que consumimos los adultos, es vital.A esta edad hay que jugar y leerles para así conocer cómo se sienten. Apaga la televisión y el computador. Explícales de modo breve por qué todos nos lavamos las manos con frecuencia y muy cuidadosamente. Transforma esa actividad en un juego. Abrázalos, regalonéalos más que lo acostumbrado.
- Las y los escolares tendrán muchas preguntas. Dale explicaciones breves y con evidencia.Transforma las preguntas en una especie de trabajo de investigación. Asegúralos, pero no les mientas diciendo que todo pasara rápido o que es algo sin importancia. Déjales saber que tu estarás ahí para protegerlos. Mira en conjunto las noticias y el internet, conversa acerca de lo que ven y escuchan.
- La adolescencia, presenta varios desafíos, uno de ellos es que sean «socios» de los padres en la distancia social. Realiza actividades en conjunto, pero recuerda que tendrán mucho acceso a información. Es el momento de retornar a actividades simples juntos, juegos de naipes o si te animas, aprende acerca de los juegos virtuales y de video. Recuerda que estas interacciones digitales son acerca de conectarse con otros. Es el momento de aprender de qué se trata.
- A toda edad, reconoce y valida sus emociones.No los deje solos con su preocupación. Tener un poco de temor activa la capacidad de responder.
- Seguro tienes experiencia con otras emergencias. Somos un país de desastres. Conversen sobre qué funcionó esa vez. Hay que reconocer que esta no es la primera y no será la última vez en que las cosas cambien tan rápido o que no sepamos qué va a pasar. Chile ya enfrentó una crisis social en octubre.
- Construir un horario para la familia.Horas para levantarse, para tomar desayuno, o cuando estar solos, más las actividades conjuntas.
- Incluir en el horario un par de reuniones familiares para conversar acerca de lo que está pasando y hacer ajustes al horario. Rotar la facilitación de la reunión, deja que los niños también lo hagan. Evaluar toda la rutina de la semana (comidas, cosas que hacer, problemas a resolver).
- Planifica varios momentos en el día en que cada uno tiene derecho a alegar o decir algo que lo tiene molesto o le produjo sentimiento de rabia.
- Juntarse una vez al día y decidir si van a gritar una grosería juntos o simplemente pegarse un grito. Quizás salir al balcón o patio y gritar algo juntos, ayude.
- Programar momentos en el día en que los más chicos estén a cargo de todo.
- Bajar las expectativas.El teletrabajo o el avance escolar puede que no sea tan productivo con la familia alrededor.
- Una de las cosas difícil es agradecer al otro u otra por algo que hicieron en el día. No pretendan que los adolescentes les agradezcan. Pero establezcan primero la práctica desde Uds. como adultos.
- Duerman.Si, deben tener una noche reparadora para enfrentar la rutina en “cuarentena” familiar.
- Si nadie les pidió perdón, no es mala idea perdonarse.Los errores ofrecen oportunidades de aprendizaje.
- Al igual que en un largo viaje, nos preguntaran muchas veces cuándo terminará. El virus nos presenta la tremenda oportunidad de reconocer que no tenemos las respuestas a todo, y que este viaje que emprende Chile cambiará mañana o las próximas semanas. Pero tenemos una certeza: estaremos en casa todos juntos.
- Seamos creativos, imitemos a los italianos y españoles en sus actividades en los balcones aplaudiendo, cantando, hacernos sentir parte de una comunidad.
*Nota realizada en base a columna de opinión de Gonzalo Bacigalupe publicada en Qué Pasa, de La Tercera.